Mientras los concejales de APIC, PSOE e IU que gobiernan en Colmenarejo están absolutamente desaparecidos o se dedican a sus cosas, y alrededor más de dos millones de euros de subvenciones se van a dilapidar en los últimos meses en tres macro proyectos de escasa o nula utilidad (rotonda, ampliación CC y colmenario), Colmenarejo languidece, abandonado, arruinado y endeudado.
Después de tantos años de mala gestión, la resignación parece apoderarse de muchos vecinos. Pero la resignación de la colectividad es alimento del incompetente. Quienes formamos ALTERNATIVA por Colmenarejo llevamos mucho tiempo luchando contra la resignación a base de ilusión, de imaginación y de trabajo.
Uno de los escaparates más visibles de un municipio es el estado de sus calles, la limpieza, pequeñas obras y reparaciones… lo que constituye el cuidado de lo que ya tenemos. Frente a la política de la alcaldesa y sus concejales de “construir y gastar para luego abandonar”, ALTERNATIVA por Colmenarejo apuesta por “cuidar, conservar y mejorar sin importar quien lo haya construido”. Frente a la política de desmantelar rotondas o abandonar parques, solo porque no los han promovido ellos, debe prevalecer el respeto, la conservación y la mejora de lo que ha costado mucho dinero de los contribuyentes.
Mientras un empresario se está embolsando 130 millones de pesetas de nuestro dinero por construir un colmenario junto a Valdemorillo, aquí, en el pueblo, encontramos cosas como estas:
– Calle Sevillano. Conecta la calle Madrid con la Cañada de Las Merinas, en pleno centro. Cien metros de esta calle están sin asfaltar, sin aceras y sin iluminación, y en un estado lamentable.
– Calle del Cristo. Paralela a la anterior, rodea parte del cementerio. Tampoco está asfaltada. Cada vez que llueve desde hace decenas de años, la calle Madrid se llena de tierra arrastrada por el agua, colmatando las alcantarillas y haciendo peligrosa la circulación. Un simple canal de drenaje, al final de la calle, solucionaría al menos el problema de la invasión de tierras.
– Baches en general. Como consecuencia de la mala ejecución técnica de muchas calles (a pesar de que varios constructores han dirigido y dirigen este municipio) cada vez que llueve se forman profundos baches en muchas zonas. Algunos forman parte del paisaje urbano desde lustros. En lo que va de año algunos se han reparado hasta en 4 ocasiones, y vuelven a necesitarlo. Una y otra vez se gasta el dinero de la misma forma chapucera, y el bache sigue ahí.
– Badenes, resaltes de calles peatonalizadas, etc. El 90% de los badenes de este municipio están mal diseñados. Tomados a la velocidad legal provocan fuertes tensiones en la armadura metálica de los neumáticos y en los amortiguadores. Y no digamos los bordillos totalmente verticales que separan los nuevos pavimentos peatonales. Existe una normativa sobre badenes para la red de carreteras que describe con precisión cómo deben ser. Sería simple y razonable adoptar la normativa sobre badenes que existe para la red de carreteras… pero no se hace.
– Rotonda de Las Veredas y alrededores del colegio. Tras casi 10 años, por fin se han dado cuenta de lo peligrosa que es la circulación en la zona (que exige presencia policial a diario) y han hecho una rotonda, pero solo con bordillos, sin asfalto, ni aceras, ni nada. Los coches derrapan a 30 kms por hora encima de la grava y los surcos que ya se han formado. Se complementa con cortes y resaltes en el asfalto que obligan a peligrosas maniobras.
– Camino de Los Escoriales. La vía pecuaria ha sido ya desviada (4 meses después de solicitarlo el ayuntamiento), pero los accesos siguen impracticables desde hace más de 20 años. Es un inequívoco gesto de desprecio hacia esta comunidad.
– Contenedores soterrados. Su construcción ha sido el parto de los montes, pero no se ha tenido en cuenta el volumen de residuos que es necesario albergar y ya están rodeados de los mismos cubos que había antes: dinero tirado.
– Parque de la Espernadilla. Incalificable. Mobiliario urbano destrozado, maleza incontrolada, juegos infantiles peligrosos… A su lado, los huertos ecológicos, vacíos, sin tierra, sin agua, y con miles de euros enterrados.
– Charcos. Colmenarejo es el pueblo de los charcos. Los responsables de obras llevan años nivelando mal las calles y colocando los sumideros incorrectamente. Cada vez que llueve se forman charcos enormes. La lista sería interminable. El último (que sepamos), en la recién remodelada zona de Las Casitas, junto a la rotonda.
No mencionaremos la señalización de las obras públicas, la seguridad en el trabajo, el uso de vehículos especiales como transporte de la brigada de obras, la falta de medidas de protección laboral, la ausencia de protocolos de actuaciones y prioridades, la ausencia de gestión informatizada y con alertas, el uso de calles y caminos pecuarios como vertedero, etc, etc.
El área de obras es seguramente la que más personal municipal ocupa y una de las que peor funcionan. Se come el 10% de todo el presupuesto municipal. Es inconcebible que no se haya implantado desde hace años un sistema profesionalizado de gestión y siga funcionando sin control técnico ni político. Uno de los retos de ALTERNATIVA por Colmenarejo será conseguir una respuesta inmediata de esta concejalía ante los problemas y demandas cotidianas de los ciudadanos.